Otro fatídico episodio apareció esta tarde en el fútbol venezolano. Luego del empate a dos entre Caracas y Petare, hinchas del conjunto rojo y efectivos de la Policía Metropolitano se enfrentaron.
Un reducido grupo de personas lanzó objetos a algunos efectivos policiales en el transcurso del partido, según diferentes testimonios de testigos.
Al escucharse el pitazo final, algunos fanáticos del Caracas despegaron algunas sillas y las utilizaron como escudo para defenderse de la represión policial, que se desató apenas finalizó el encuentro.
Testigos aseguraron que el castigo no sólo se le aplicó a los que cometieron la agresión inicial. Perdigones y peinillazos engancharon a varias decenas de aficionados que no tenían nada que ver con lo sucedido, en una reacción calificada como desproporcionada por diversas versiones de los presentes. La represión policial se extendió mucho más allá del final del cotejo.
Parte del público tuvo que bajar hasta el campo para desalojar las instalaciones del estadio Olímpico.
Un grupo de jóvenes, heridas con perdigones, fue atendido en el propio camerino del conjunto rojo.
